Actualmente, en nuestro país existen más de 30.000 edificios de altura, que requieren de todo un sistema de operatividad para que funcionen a la perfección. Por lo mismo, los administradores de condominios y edificios han tomado un rol fundamental a la hora de liderar las acciones que se llevan a cabo en los inmuebles.

En efecto, los chilenos pagan anualmente cerca de 3 mil millones de pesos en Gastos Comunes, de los cuales, unos mil millones se utilizan para pagar mantenciones, reparaciones y compras de insumos de todo tipo. El resto se ocupa en el pago de remuneraciones, pago de servicios y otros ítems. “Administrar un edificio no es una tarea fácil. Además de manejar de manera eficiente y responsable los recursos, se debe liderar equipos de trabajo, tomando las mejores decisiones”, explica Guillermo Márquez, nuestro Gerente TI de Edifito.com.

En ese sentido, los edificios finalmente se transforman en pequeñas empresas con altos flujos de dinero y manejo de recursos financieros y humanos.

“Cada empresa debe conocer los tipos de liderazgo que existen y elegir el más adecuado. El liderazgo es la habilidad de un jefe para influir en su equipo y gestionarlo. Su objetivo ha de ser maximizar los beneficios y alcanzar los objetivos marcados. Sin embargo, no todas las formas de liderar son adecuadas para todas las empresas ni para todos los empleados”, explica Raúl Bernales, experto en recursos humanos de la USACH.

La influencia del líder

Un buen o mal liderazgo tendrá su reflejo directo en el rendimiento de la empresa, en este caso, un edificio. “Un buen liderazgo se traduce en mayor rendimiento, empleados motivados, mayor competitividad y, en última instancia, incremento de los beneficios”, agrega Bernales. Por el contrario, un liderazgo es negativo cuando dificulta conseguir los objetivos fijados por la empresa.

Para elegir entre los diferentes tipos de liderazgo hay que conocer las cualidades de los empleados y ajustarse a los valores de la empresa. Pero, además, el momento económico por el que esté pasando el grupo será otro factor determinante. “Algunos líderes consiguen mejores resultados en situaciones de estabilidad, mientras que otros son más útiles en momentos de crisis”.

Tipos de liderazgo en una empresa (o edificio/condominio)

Cada tipo de líder tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ello, los Comités de Administración deben elegir qué estilo se adapta más a su plantilla, a su filosofía y a su situación económica.

Democrático

Se busca la participación de todos los empleados en la toma de decisiones. El diálogo es constante entre todos los miembros del grupo de trabajo. No obstante, la decisión final la tomará el jefe.

Los empleados se sienten involucrados, lo que aumenta su compromiso y productividad. Además, incentiva la innovación y la creatividad del grupo.

Transaccional

Este tipo de liderazgo se basa en transacciones entre los altos cargos y el resto de la plantilla. Los trabajadores reciben algún tipo de premio como compensación por alcanzar un objetivo. En este caso, las recompensas o incentivos que reciben los trabajadores se traducen en mayor motivación.

El líder transaccional es racional y útil para dirigir en momentos de estabilidad. Sin embargo, supone mayores costes en incentivos económicos. Por ello, en una situación de crisis que traiga reducción de costes puede ser una gestión ineficaz.

Laissez faire

El líder laissez faire confía en sus empleados y les deja cumplir con su puesto con una mínima intervención. Se basa en la idea de que los trabajadores experimentados incrementan su productividad con menor supervisión. Por ello, para los empleados supone más autonomía, y eso les hace sentirse valorados y motivados. Además, no se sienten limitados por las directrices y pueden ser más creativos e innovadores.

No obstante, no todos los trabajadores son igualmente productivos sin supervisión. Tampoco es una forma útil de liderar a empleados con poca experiencia.

Escoger el liderazgo perfecto

Cada grupo de trabajo y cada situación económica responderán mejor ante un tipo de liderazgo. Los responsables deben ajustar el modo de gestión de sus directivos para dar con el más adecuado en cada momento. Por ello, es importante también saber determinar cuándo ha llegado la hora de cambiar el liderazgo en beneficio de la empresa. (o edificio).